Novecento


Novecento es un monólogo de teatro portátil.
Un espectáculo que transforma los pisos, terrazas y oficinas de la gran ciudad en inauditas salas de teatro. Hemos representado Novecento en el comedor de Carol, en la terraza de Delfina, en el patio de Xavi, en la asociación de Mikel... Llevamos el teatro a las casas de las personas.

Teatro portátil no significa teatro mal hecho. De ningún modo renunciamos a la magia del teatro: la iluminación, la escenografía, la música y la interpretación las hemos cuidado al máximo para ofrecer un espectáculo acabado y de alta calidad sea cual sea el espacio que lo acoja.
Porque el teatro portátil no se restringe al ámbito particular. Hemos enviado este dossier a museos, librerías, bibliotecas, festivales, escuelas de música... Queremos llevar Novecento a cuantos más espacios mejor.

Novecento es teatro portátil, no teatro a domicilio. No nos gusta utilizar esta palabra porque nos hace pensar en un partido que se juega en campo contrario. Y nos gusta que las casas y espacios que visitamos sean un poco como nuestra casa. Que las representaciones se conviertan en una fiesta, y que el teatro sea una excusa para encontrarnos con nuestra gente y vivir un acontecimiento excepcional de manera colectiva. La experiencia del espectador que asiste a una función de Novecento es entonces extraordinariamente rica: por la celebración, por el encuentro, por el espacio, por la sensación de comunidad, por la cercanía, por la magia de la propia historia. Porque se siente, quizá por primera vez en mucho tiempo, en el centro del hecho teatral.

Más de veinticinco funciones en Cataluña y Andalucía con el boca oreja como única promoción avalan este proyecto que transgrede sin agredir y que aspira de manera radical a acercar el teatro a los espectadores de a pie. Porque si la montaña no va a Mahoma, Mahoma puede ir a la montaña.